Ahora será mi turno de subir al podium.
Dos años y medio de trabajo constante, stress de muchas noches y disciplina (en los términos que eso significa para mi, no se alucinen) que la verdad terminaron dando frutos.
Muchas reflexiones podrían caber en este post: familiares, profesionales, vocacionales, prospectivas. El hecho de tener titulos académicos en acumulación (títulos nobiliarios modernos, según muchos) cambia tu perspectiva de lo que haces y de los que sigue, los caminos que recorriste para llegar aquí y las cosas que no deberías soportar más....ingenuo que es uno.
El caso es que ahora tendré que esperar mi turno entre unos doscientos compañeros de los programas de posgrado del campus ciudad de México del Tec de Monterrey. Ahí estarán las personas que mas me importan y tendré algunas fuertes y profundas ausencias que no lograrán, espero, nublar la sensación de ligereza y bienestar que supongo tendré. Fuí y soy Lalo, Eduardo, Licenciado Higuera, Profesor Higuera y ahora empezaré a ser denominado Maestro Higuera...de media cuchara creo yo...
Lo importante es ver que sigue, a donde caminamos, que haremos con esto y como resolveremos esa crisis que seguro asomará su fea cabeza en la esquina menos esperada, sonriente y agresiva.
Veré los rostros de los amigos y rivales de salón de clase. Miraré circunspecto a los profesores que pudieron dar más y agardeceré abiertamente su esfuerzo a aquellos que dieron mucho más que una clase, creando una sensación de vida e importancia sobre lo que uno hace y realizará. Veamos adelante y escuchemos lo que nos viene siguiendo.
Mis amigos de otras generaciones, de otras graduaciones ya no estarán aquí al terminar el festejo y la ceremonia, pero seguro los volveré a ver a todos de una forma u otra.
Y ahora, esperemos al pie del podium, como ví que tantos otros hicieran antes de mi...
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