martes, 21 de agosto de 2007

V...






El calor de Monterrey ese verano era asqueroso. La piel húmeda hacía que se te pegara la playera al cuerpo si te refugiabas en la sombra y que se levantara vapor de tu piel tan pronto como transpirabas, Algo que resultaba sofocante. En cambio si te encontrabas bajo el sol no alcanzaba a humedecerse por lo rápido que desaparecía tu propio sudor. Por esta razon la Psycho girlfriend y yo, que al momento prácticamente viviamos dentro de mi casa aunque cada quién tuviera su depa de estudiantes, tomamos la única decisión posible en dichas circunstancias y nos encontrábamos bajo el aire del ventilador de mi cuarto en un estado que recordaría la postura de una Iguana en una ruina maya, incluyendo la misma expresión en el rostro y el color verde grisáceo del reptil.


Las amistades tiene las formas más raras de surgir y a veces lo hacen a pesar de nuestra intención inicial de lo contrario. Y fue en ese momento de total estupidización debida al calor que conocí al dark vate de Córdoba, el buen Món. Yo aún tenía esa clara y precisa sensación que nos ataca a todos cuando somos escuincles mentales de que somos especiales al grado de que nadie, NADIE, tiene los mismos gustos o conocimientos que nosotros. Y en el paquete de vanidad cuasi adolescente se incluía una férrea actitud en la que siempre debía demostrar que quién tenía los más extraordinario, lo mejor y lo más de vanguardista era yo. Un ejemplo era que entre mis cuates yo era el único que escuchaba una extraña y fascinante banda francesa llamada Mano Negra (si, ya sé que me engañaba y Mano Negra era un fenómeno mundial, que se le va hacer).

Por esta razón el mencionado día de asqueroso calor que la psycho y su servilleta estabamos combatiendo el calor como podíamos salté de mi cama enojado y sorprendido de escuchar el eco de "mala vida" que entraba por la ventana interior del depa. ¿Quién soaba poner MI música?, ¿Cómo se los podía ocurrir que no habría represalias?. me asomé a la ventana que daba al cubo de luz y entonces percibí con absoluta claridad que la música de "mala vida" venía desde el departamento de enfrente. Aquél era un lugar extraño para mi, donde lo único que podía observar era a un chavo fresa wannabe y un darketo que convivían en aparente armonía. Creo que lo que más me destanteo de la situación era que no sabía cual de los dos especímenes podía estar plagiando ese fragmento de mi identidad musical privada.

Sin embargo, citando a Bugs Bunny, "of course you know these means war". Desmonté mi estereo del librero de mi cuarto y lo acerque ala ventana (sin pensar siquiera en el resto del edificio y su intimidad personal) y puse la misma canción, del mismo disco a toooooodo volumen. ¿Cómo carajos creen que me iba dejar de este tipo quién quiera que fuera?.

La nécdota no terminó ahí, sigue dando frutos hasta la fecha pues después de darme cuenta mediante los gritos de varios vec inos de mi estúpido actuar pude conocer a los dos monitos del otro lado de la ventana y se convirtiéron en dos de mis mejores amigos hasta la fecha. El que escuchó Mano Negra era Món por supuesto y lo curioso es queesa batalla unilateral derivo en el compartir miles de aventuras, gustos alimentiocios, musicales y visiones de la vida.

Me encantó la lección a la Gandhi, yo me desgastaba en estúpidas agresiones y mi "enemigo" ni se enteró...en finnn.

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